viernes, 7 de octubre de 2011

Mi tema de exposición

En toda clase de investigaciones, sólo cuando la explicación de los hechos está bastante adelantada, es posible establecer que tiene un fin y cuál es. 
Por tanto, nada nos asegura por adelantado que exista una esfera de la actividad social en la que el deseo de riqueza desempeñe realmente ese papel preponderante.
En consecuencia la materia de la economía política esta hecha de simples posibilidades.


Por ejemplo, de pronto un economista cree que puede enumerar los principales agentes con la ayuda de los cuales tiene lugar dicha producción. Pero si al empezar la investigación se procede a dicha clasificación en pocas palabras, será porque la ha obtenido por un simple análisis lógico.
La teoría no puede pues aparecer mas que cuando la ciencia ha sido llevada bastante lejos.
También, los mismo en la economía política que en la moral, la parte que desempeña la investigación científica es muy restringida.
En moral, la parte teórica se reduce a algunas discusiones sobre la idea del deber, del bien y del derecho.
Pero estas especulaciones abstractas no constituyen , hablando con exactitud una ciencia, puesto que tiene por objeto determinar no lo que es de hecho la regla suprema de la moralidad, sino lo que debe ser.
Es lógico que la industrias mas productivas sean las mas aceptadas; que los detentores de los productos mas solicitados y mas raros lo vendan a mas alto precio. Pero esta necesidad lógica no se parecen en nada a la que presentan las verdaderas leyes  de la naturaleza. Estas las relaciones según las cuales los hechos se encadenan realmente, no la manera en que es conveniente en que se encadenen.
Los fenómenos sociales  son cosas y deben de ser tratados como cosas. Lo que nos da no es la idea que los hombres se hacen de valor, porque esta es inaccesible.
No es tal o cual concepción del ideal moral; es el conjunto de reglas que determinan efectivamente el comportamiento.
Es lógico que la industrias mas productivas sean las mas aceptadas; que los detentores de los productos mas solicitados y mas raros lo vendan a mas alto precio. Pero esta necesidad lógica no se parecen en nada a la que presentan las verdaderas leyes  de la naturaleza. Estas las relaciones según las cuales los hechos se encadenan realmente, no la manera en que es conveniente en que se encadenen.
Los fenómenos sociales  son cosas y deben de ser tratados como cosas. Lo que nos da no es la idea que los hombres se hacen de valor, porque esta es inaccesible.
No es tal o cual concepción del ideal moral; es el conjunto de reglas que determinan efectivamente el comportamiento.